Dualidad
Cubrió sus ventanas.
Se encerró en su intimidad,
y comenzó a pensar.
A fantasear.
A divagar.
A flotar.
A nadar.
A perderse.
A delirar.
Comenzó a vivir.
A reír.
A besar.
A disfrutar.
A volar.
A regresar.
Luego apareció la figura.
La inconfundible cualidad.
Y sólo entonces comenzó a ahogarse.
A despertar.
Comentarios
Publicar un comentario