231021
Mi espacio habitas y ahora entiendo, en muy poco tiempo, el vuelo de las abejas.
Me has abrazado con tu fuego y tu algodón, y me has hecho sentir reflejos que no son míos, por ejemplo, tu sonrisa y cómo inclinas la cabeza cuando te echas a reír.
Puedo ver a Venus naciendo cuando, entre sueños despiertos, vienes; y también puedo flotar con sólo recuerdos remover.
Entiendo hoy, más que nunca, que tus sostenidos son parte de tu melodía, y que mis bemoles también pueden jugar.
Me haces querer tu miel y tus besos siempre al despertar.
De repente sólo tengo 3 deseos:
Que un día abras los ojos y todavía sea yo.
Que cuando voltee a mi lado, tú sigas estando ahí.
Y que tu perfume nunca se vaya de mí.
Comentarios
Publicar un comentario