Nope
Me hubiera gustado conocerte en otro momento y poder cambiar
insultos por besos. Hubiera querido verte mucho antes, cuando tenía más coraje
y tú no sabías tanto de miedos. Me hubiera gustado que el hilo rojo no hubiera
sido de nailon, o que mejor no estuviera de por medio. Quizá, como siempre, se
nos hizo tarde, o se nos hizo demasiado temprano, o nos equivocamos de dirección;
el caso es que terminé lastimándome el mapa y el reloj. Porque me molestas al
mismo tiempo que te quiero, y disfruto estar contigo al mismo tiempo que me
matas; quizá por eso eres mi imán y mi espejo, porque te pareces a mí misma cuando escribo,
porque me abres la piel y luego me coagulas la sangre, y antes de que cicatrice
te encargas de volverla a abrir en un vaivén estruendoso del que no tienes idea; porque sé que nada más estoy tirando tinta a la basura.
Quizá por eso me da miedo, porque irremediablemente, igual
que al escribir, parece que no quiero que te quedes y parece que yo no me
quiero ir.
Comentarios
Publicar un comentario