Sentada me encuentro, aunque no me encuentro


Sentada estoy por sentarme,
para de mi alma no despegarme,
para atraparla, para guardarla,
para atajarla aunque magullada se sienta, estropeada.

Sentada estoy sobre ella,
porque está deseosa de huir,
quiere volar y no tiene alas,
quiere desaparecer y no se acuerda de mí.

Sosteniéndola estoy yo, y pesada se vuelve ella,
de roca y hielo temía volverse,
a roca y hielo evolucionó.
Está enferma de fatiga
y temerosa de protección.

Ignorante de todas súplicas,
ya no le importa el porvenir,
no tiene oídos para escucharme,
mas, a pesar de que mi garganta se haga sangre,
gritándole pienso seguir.

No entiende que nos pertenecemos,
que juntas venimos y juntas nos hemos de ir;
por eso sentada me encuentro aunque no me encuentro,
porque demente ella se ha vuelto,  
porque ya no recuerda que en todo momento
ella ha estado dentro de mí. 

Comentarios

Entradas populares